El gobierno de Estados Unidos perdió el jueves la oportunidad de obtener el historial de llamadas telefónicas de dos reporteros del The New York Times en un esfuerzo por identificar las fuentes en varios artículos publicados por el periódico sobre organismos islámicos caritativos.
Los datos involucran llamadas realizadas durante el otoño boreal del 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre contra objetivos en Estados Unidos.
El juez de una corte federal de distrito, Robert Sweet, decidió que la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos impide la divulgación de dichos datos.
"La corte ha tomado en cuenta los intereses de la prensalibre y del gobierno", dijo Sweet.