Los principales objetivos en una buena alimentación son los siguientes:
Mantener un peso considerado normal a través de una perfecta combinación de una dieta saludable y ejercicios.
Pensar en el equilibrio de una dieta a través de un día entero en lugar de balancear cada plato ingerido.
Reducción del total de calorías.
Conservar la ingesta total de calorías provenientes de grasa hasta un 30%.
Reemplazar las grasas saturadas por grasas monoinsaturadas.
Beber suficiente agua durante el día.
Consumir mas frutas, vegetales y leguminosas para poder satisfacer las demandas de vitaminas, minerales y fibra.
Reducir las porciones y frecuencia diaria de carnes rojas, embutidos, etc.