Desde hace años, el sistema carcelario panameño presenta una infraestructura con condiciones que humanamente no son las mejores para el cumplimiento de las penas. El deseo más ferviente de nuestra sociedad, es que aquél que cometa un hecho punible y sea sancionado, pueda ser rehabilitado en las mejores condiciones e incorporado a la vida en sociedad. Uno de los factores que tiene incidencia, es la ausencia de un presupuesto adecuado a las necesidades crecientes en función de la sobrepoblación en nuestras cárceles. Pero esta es realmente una situación compleja, puesto que otros factores como el desempleo, el alto costo de la vida, la crisis de los valores, la desintegración familiar y otros más, tienen una incidencia directa en este problema que va en crecimiento. Al aumentar el número de convictos desproporcionalmente en relación a las instituciones o establecimientos para recibirlos, el hacinamiento se convierte en una escuela para el crimen y la perversión, pues una vez allí, el reo entra en un sistema donde existe otro gobierno oculto, donde hay intereses, necesidades e imposiciones que determinan el sufrimiento, la tortura, el tormento y el dolor. El resultado: "La doble sentencia". Para poder resarcir el individuo como ser socio-productivo, el Estado debe primero planificar políticas para mejorar la situación socio-económica y política del país, generar programas preventivos y educar a la comunidad y sobre todo, fortalecer el núcleo familiar. A nivel de respuesta en el sistema cancelario, crear el número de estructuras necesarias con las instalaciones necesarias para resocializar al reo y pueda contribuir al crecimiento y desarrollo del país.
Estas políticas se deben irradiar en el Plan de Desarrollo Nacional, y en los diferentes programas que deben incluir presupuestariamente, los recursos físicos, materiales y humanos para el logro de los objetivos propuestos.
Subsanada la problemática que representa la génesis de este grave problema, evitaremos "La doble sentencia" y el crecimiento de la actividad criminal en Panamá.
