SUCESOS


"Mama Lulu", la amiga de las "chicas malas"

linea
Thomas Rorke
Crítica en Línea

Imagen foto

"Mama Lulu" sabe quiénes son las que están en sus "andanzas". En el recorrido observamos a una privada de libertad besándose con su marido, pero conocimos que tiene un "segundo frente" y no es precisamente otro hombre. Además, avistamos una de esas que tiene apariencia de hombre y hasta se mueve como tal.

Tras 19 años de ser custodio en la Cárcel de Mujeres de Panamá o Centro Femenino de Rehabilitación, Lourdes Grenald hizo un alto en sus labores para dejarnos conocer su trabajo con el cual ha forjado a sus hijas, y -con su don de gente- se ha ganado el cariño de las confinadas.

Supervisora y jefa de seguridad "Mama Lulu" como le dicen las internas, llegó el 13 de febrero de 1984 a la institución para custodiar a las "chicas malas", quienes hoy la ven con cariño y le saludan a su paso por cada rincón de la penitenciaría.

"¿Qué pasó Mama Lulu?", "¿Hola Mama Lulu?", o un "Mama Lulu ayúdeme, por favor", son algunas de las frases que forman parte de su diario bregar, y sin pensarlo dos veces, las auxilia. En un extenso recorrido por las instalaciones, las reclusas dejaban ver la estima y la confianza que han depositado en Grenald, quien dijo que a todas las trata bien y nunca ha tenido problemas con ellas.

Oriunda de Bocas del Toro, Lourdes Grenald es madre de familia y con su singular trabajo ha sacado adelante a sus hijas, quienes están contentas con el trabajo de su madre y quieren seguir sus pasos. "Desean ser custodios", dijo sonreída la protagonista de esta historia. En la actualidad, vive con sus hijas en Alcalde Díaz, desde donde viaja diariamente a su trabajo ubicado en la vía Domingo Díaz, a la altura de Auto Motor, para ganarse el pan de cada día.

¿Por qué escogió este trabajo? "Me gusta", respondió sin titubear. En sus años mozos, Lourdes Grenald trabajaba planchando en casas de familia cuando una persona le informó que tenía una propuesta de trabajo. Debía acudir al Ministerio de Gobierno y Justicia a llenar unos documentos para ser custodio. Luego la llamaron a presentarse al Centro Femenino de Rehabilitación y a la Academia de Policía (ACAPOL) para la prueba física, la cual pasó sin problemas, detalló. Ya tiene el tiempo para jubilarse, pero no lo ha hecho porque "para quedarme en la casa sin hacer nada, prefiero estar aquí", declaró la entrevistada.

¿Qué ha aprendido en este oficio? "A lidiar con estas mujeres", pero la lección mayor que le ha brindado su trabajo y que no se adquiere en la Academia de Policía es ser más humana, comprenderlas y escuchar los problemas de las "chicas malas". En cuanto al lesbianismo dentro de la cárcel, se limitó a responder: ¿qué se puede hacer? Sin embargo, conversa con ellas para que mantengan la compostura y eviten las escenas en público por respeto a los demás.

"Mama Lulu" sabe quiénes son las que están en sus "andanzas". En el recorrido observamos a una privada de libertad besándose con su marido, pero conocimos que tiene un "segundo frente" y no es precisamente otro hombre. Además, avistamos una de esas que tiene apariencia de hombre y hasta se mueve como tal. Por otro lado, sostuvo la fuente que hay muchas mujeres buenas que son madres. En el día de visitas el recinto se llena de niños, quienes con lágrimas recorriendo sus mejillas se niegan a alejarse del lado de sus progenitoras, situación que en ocasiones cubre de tristeza el corazón de "Mama Lulu".

ANÉCDOTAS

Sin pensarlo mucho, respondió que en una ocasión se fugó una interna saltando la cerca, que en esa época era más baja. "Mama Lulu "brincó la cerca y al caer del lado exterior, le esperaba un policía encañonándola en la frente. "¡Párate y te lo pongo!", le gritó el uniformado. Ella le contestó que era custodio y nos aclaró que en aquel entonces, se vestían de civil. La Directora del Centro le dijo al policía "¡Suéltala que la vas a matar!". En tanto, "Mama Lulu" sentía el frío del arma en su frente, según narró.

Con todo y eso, nuestra protagonista emprendió la persecución bajo el fuerte sol. Comentó que cuando alguien se escapaba, ella era la primera que quedaba en una loma tras la pista de la prófuga. Pero esas anécdotas son cosas del pasado, pues las mujeres ya no se quieren fugar, porque "de querer hacerlo, ya lo hubieran hecho", ya que son pocas las custodios para la cantidad de internas, argumentó.

En otra ocasión, cuenta "Mama Lulu" que llevaba un grupo de detenidas a la cárcel de Darién, pero entre risas reconoció que las reclusas fueron las que la guiaron al centro penal, pues nunca antes había ido. Así terminó la entrevista, el mismo día de su aniversario 19 de laborar en el sistema penitenciario. Pero adelantó que el año entrante se jubilará.

 

volver arriba 

 

 

linea
linea gris

| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |



bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2003 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados