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Un total de 302 personas, 284 miembros de los Guardianes de la Revolución y 18 tripulantes, murieron este miércoles al estrellarse un avión militar iraní en el sureste del país en lo que representa una de las peores catástrofes de la historia de la aviación.
El avión, un Iliuchin de fabricación rusa, pertenecía a los Guardianes de la Revolución, ejército paralelo creado tras la revolución islámica de 1979. Según la agencia oficial Irna, iba de Zahedan a Kerman, en la provincia de Sistán-Baluchistán (sureste).
El aparato se estrelló a unos 35 km de Kerman y perecieron todos sus ocupantes, entre los que había oficiales de alta graduación, según Irna. El aparato desapareció de las pantallas de los radares hacia las cinco y media de la tarde, una hora después del despegue y luego de que el piloto avisara a la torre de control del aeropuerto de Kreman de que quería aterrizar debido al mal tiempo, añadió la agencia.
Los controladores aéreos perdieron al final de la tarde todo contacto con el avión, que desapareció de las pantallas de radar cuando se encontraba en la vertical de la ciudad de Chahdab.
Todos los pasajeros eran miembros de los Guardianes de la Revolución, según Ali Mulavi Haghighi, jefe de dicho cuerpo en la provincia de Sistán-Baluchistán, citado por Irna.
La televisión estatal iraní, que había mencionado antes un avión Antonov, también ruso, evocó entre las víctimas a altos mandos de los Guardianes de la Revolución, entre ellos un miembro del Estado Mayor. |
