El papa Benedicto XVI afirmó ayer que las divisiones entre los cristianos dificultan dar a conocer a Dios al mundo y pidió que se continúe rezando para el restablecimiento de la plena unidad.
Durante la audiencia general, el Papa dijo que el mundo sufre por la ausencia de Dios y desea conocer su rostro, y se preguntó "cómo se puede conocer el rostro del Señor si nosotros los cristianos estamos divididos, si uno enseña contra el otro, si uno está contra el otro".
A lo que añadió que "sólo con la unidad se puede mostrar a este mundo que necesita a Dios y podemos enseñar este rostro". El Papa dedicó la catequesis a recordar que en estos días se celebra la tradicional Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos, que concluirá el próximo viernes, fiesta de la Conversión de San Pablo. Explicó que las relaciones entre las diferentes Iglesias cristianas "han intensificado el conocimiento recíproco" y que "aunque los problemas siguen y fomentan divisiones, se ha tratado de un camino fecundo".