Satanismo y destrucción de las tumbas es lo que se está registrando en los últimos meses en el cementerio de Jagüito, en Aguadulce y en La Loma de El Roble.
La denuncia fue interpuesta ante la Corregiduría de El Roble, en Aguadulce. Las personas fueron a visitar a sus difuntos y se percataron del vandalismo y los ritos que estaban ocurriendo.
A las tumbas les hace falta las argollas, placas de bronce y cruces de aluminio, y otras han sido abiertas.
El Corregidor de El Roble, una unidad de la Policía Nacional y funcionarios del Municipio de Aguadulce realizaron la supervisión corroborando la denuncia.
Una de las tumbas que se encuentra frente a la entrada de la comunidad de El Barrero, a orillas de la vía Interamericana, tenía una cruz de madera con dos velas a los lados.
En el cementerio de La Loma, también a orillas de la vía Interamericana, según la señora Cecilia, quien visita el sepulcro de su esposo, ha encontrado velas negras gastadas, frutas, gallinas muertas y espejos.
El representante del corregimiento de El Roble, Jorge Vissueti, asegura que no estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo, pero recuerda que ha escuchado comentarios sobre esos hechos.
Aseguró que el cementerio de Jagüito tiene la desventaja de estar lejos de las áreas habitadas, lo que da la oportunidad de violentar las tumbas.
Considera que las tumbas son dañadas por personas bajo el efecto de alguna droga, mientras que el satanismo es por personas que se dedican a eso y sacan los pedazos de huesos de los difuntos que se encuentran sepultados en el lugar.,