Las honras fúnebres de los dos pequeños que murieron devorados por las llamas el viernes en el incendio en El Águila, en Curundú, se realizaron ayer, martes, en el Templo Hossana, corregimiento de Bella Vista.
Poco a poco iban llegando a darle el último adiós, familiares y conocidos de John Gudiño, de tres años, y Emanuel Rodríguez, de un año y medio.
Ambos infantes estaban dentro de dos pequeños ataúdes de color crema; encima de ambos reposaba un arreglo floral en forma de corazón.
Se mamá, Karelys Rodríguez, que salió de su casa como vendedora de periódicos dejando a sus niños dormidos, estaba destrozada, pues todavía no se resigna a que sus hijos estén muertos.
La ministra de Vivienda, Balbina Herrera, que estuvo en el lugar, aseguró que los responsables de ese incendio van a pagar por lo que hicieron en Curundú.