DUDAN QUE PUEDAN TERMINAR SU PERIODO
Hospitalización de Yeltsin
atiza pedidos de renuncia en Rusia
Moscú
REUTERS
El presidente ruso, Boris
Yeltsin, fue internado el domingo en un hospital, víctima de una
úlcera sangrante, dijeron funcionarios del Kremlin.
Sus asistentes añadieron que por la tarde la condición
del presidente era estable y estaba incluso animado.
Pero el último contratiempo en la salud de Yeltsin, de 67 años,
alimentó últimamente nuevas solicitudes de que renuncie antes
de que culmine su mandato, a mediados del 2000.
El secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Yakushkin, dijo que el presidente
se sintió mal por la mañana y fue trasladado al Hospital Clínico
Central de Moscú, donde fue sometido a un urgente examen gastrocópico.
Yeltsin deberá permanecer varios días en cama.
Expertos médicos independientes dijeron que la úlcera,
producida quizás por las frecuentes tabletas de aspirina que el presidente
consume debido a sus problemas cardíacos, le podría impedir
abandonar el hospital por al menos una semana o quizás aún
más tiempo.
Si las drogas no logran curar la úlcera, sería necesario
recurrir a cirugía, lo que dilataría más su recuperación.
El líder ruso, a quien en noviembre de 1996 se le practicó
un quíntuple desvío coronario, fue visto por última
vez el sábado en un fragmento de 20 segundos de cinta de televisión
silenciosa, en la que escuchaba a su ministro de Interior.
El primer ministro Yevgeny Primakov, el ex jefe de la inteligencia rusa
designado por Yeltsin en septiembre para calmar al parlamento de mayoría
comunista, lleva cuatro meses día a día a cargo del país.
"No ha surgido ninguna situación extraordinaria con la enfermedad
del presidente", declaró Primakov a la agencia de noticias Itar-Tass.
Primakov volvió a Moscú el sábado por la noche
tras viajar a Siberia, donde prometió que Rusia seguirá cumpliendo
con los pagos de la deuda pese a la crisis financiera que derribó
el gobierno previo en agosto.
El estado de salud ha relegado a Yeltsin a los márgenes de la
política rusa en los últimos tres meses, luego que estuvo
a punto de desmayarse durante una gira por ex repúblicas soviéticas
centroasiáticas.
Desde entonces, Yeltsin sufrió de dolencias consecutivas de lo
que el Kremlin describió como bronquitis, cansancio crónico
y neumonía.
Yeltsin debía regresar a sus oficinas del Kremlin el jueves pasado,
pero canceló sus actividades y permaneció en su residencia
de descanso de Gorky-9, a las afueras de Moscú.
La recaída luego de unas pocas semanas en las que pareció
gozar de mejor salud aumentaría la presión de sus oponentes
y de ambiciosos ex aliados para que Yeltsin deje de una vez el poder.
La situación "podría fortalecer el argumento de realizar
una elección presidencial anticipada", dijo el comunista Viktor
Ilyukhin a la radio Ekho Moskvy.
"No es secreto que el presidente está enfermo, seriamente
enfermo", añadió.
La semana pasada, el ambicioso alcalde de Moscú y ex aliado de
Yeltsin, Yuri Luzhkov, dijo que ya era hora de que se vaya.
El gobierno ruso mostró en numerosas ocasiones que es capaz de
arreglárselas sin Yeltsin durante largos períodos de tiempo,
a pesar de que la constitución deposita grandes poderes, entre ellos
el segundo mayor arsenal nuclear mundo, en las manos del presidente.
El presidente tenía previsto visitar Francia a finales de mes,
en lo que sería su primer viaje al exterior desde que los médicos
le prohibieron desplazarse al exterior tras su fatídica gira por
Asia Central.
La visita a Francia parece que se unirá a la lista de compromisos
internacionales que Yeltsin no podrá cumplir.
El presidente padece de mala salud desde que sufrió unos ligeros
ataques de corazón días antes de su reelección en julio
de 1996, tras una dura campaña en la que, contra pronósticos
adversos, derrotó al candidato comunista.
En caso de que el presidente quede totalmente incapacitado, la constitución
establece que Primakov debe asumir sus poderes por tres meses, hasta que
se realicen nuevas elecciones.
En la primera reacción a los sucesos de Moscú, un portavoz
del presidente estadounidense Bill Clinton aludió a la línea
de sucesión.
"Como el Kremlin indicó el año pasado, el primer
ministro Primakov sigue manejando los asuntos cotidianos del gobierno",
dijo el portavoz estadounidense P.J. Crowley.
El presidente comunista de la cámara baja del parlamento pidió
que el presidente transfiera formalmente el control del ejército,
la policía y los asuntos internacionales al primer ministro Primakov
durante el tiempo que esté convaleciente.
Sin embargo, ese tipo de medidas no han sido tomadas, dijo.
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