Varios de los habitantes de los barrios de la ciudad de Teresópolis más afectados por las lluvias que han dejado al menos 524 muertos esta semana en el estado de Río de Janeiro se niegan a abandonar sus viviendas, algunas en áreas de riesgo, por el temor a ser víctimas de saqueos.
Tras cuatro días de caos, rescate de víctimas y recuento de muertos, las pocas personas que insistían en permanecer en sus casas en Campo Grande pese a las peticiones de las autoridades de que busquen lugares de menor riesgo, lo hacían para salvar lo poco que les quedó tras la furia de la naturaleza.