A las 10:35 de la mañana de ayer, el pequeño Oliver Abdul Tejada, de ocho años, jugaba con sus hermanitos y otros amiguitos cerca de una vivienda de la calle L, de Paraíso, en el distrito de San Miguelito.
El niño se separó de los compañeritos de juego porque la pelota cayó en un cuarto vacío donde el peligro lo estaba acechando.
Unos cables que guindaban desde el techo de uno de los cuartos abandonados de una vivienda de alquiler, fueron agarrados por Oliver Abdul, quien recibió en su pequeño cuerpo una gran descarga eléctrica.
A pesar de que fue conducido inmediatamente por un familiar hasta la policlínica Manuel María Valdés, a los pocos minutos falleció.