La actividad sísmica en la zona afectada por el terremoto del pasado jueves en Costa Rica continúa con temblores de poco más de cuatro grados en la escala de Richter, que llenan de temor a los miles de damnificados ante la posibilidad de nuevos derrumbes.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) informó desde este lunes que se han registrado varios sismos, cuyo epicentro es la misma zona donde se produjo el terremoto de 6, 2 grados, en las cercanías del volcán Poás, unos 60 kilómetros al noroeste de San José.
Más de 2, 500 temblores se han registrado desde el terremoto, pero solo entre la noche del lunes y la madrugada de ayer, los habitantes de Vara Blanca, Poás y otras localidades afectadas han sentido cinco sismos con magnitudes entre los 2, 8 y 4, 3 grados, detalla un comunicado oficial.
Hasta ahora, las autoridades contabilizan 20 fallecidos por el terremoto, 100 heridos, casi 2, 500 personas en albergues y cerca de 40 desaparecidos, aunque las esperanzas de encontrar más supervivientes son escasas.
Se calcula que el sismo dejó al menos 100 millones de dólares en pérdidas en infraestructura vial, casas, comercios y fincas productoras en la zona de mayor impacto, por lo que el Gobierno declaró ayer emergencia nacional.