Según la tradición cristiana, hoy, hace más o menos 2,000 años, tres hombres muy adinerados y denominados en ese tiempo "Reyes Magos" siguiendo una estrella por varios días llegaron a un humilde portal (lugar donde guardaban a los animales) del pueblo judío de Belén. Montados en sus camellos y trayendo entre sus manos oro, incienso y mirra.
¿Pero sabe usted realmente que hay detrás de esta celebración llamada correctamente Epifanía?
INICIO DE LA TRADICIóN
Los Tres Reyes Magos, cuyos nombres más reconocidos son Melchor, Gaspar y Baltasar, se popularizaron en la iglesia empezando en el siglo IX. Según investigaciones se cree que los Reyes Magos procedieron de Persia, donde existía la casta de los magos o los astrólogos. Ésta es sólo una versión sobre sus orígenes, sin embargo ahora los Reyes Magos forman una muy importante parte de la celebración navideña ya que son símbolos de la bondad y la sabiduría.
En algunos países de América Latina se conmemora este día con la costumbre de regalarle a los niños obsequios pequeños para conmemorar los regalos de oro, incienso y mirra que estos Reyes peregrinos le hicieron al Niño Dios. En Panamá, en cambio, en algunas partes del país se tiene por costumbre quemar el arbolito de Navidad regalándole a los niños chocolate y una rosca, denominada Rosca de Reyes.
EN TODO EL MUNDO
La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adopto en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.
Tres misterios se celebran en esta sola fiesta, por ser tradición antiquísima que sucedieron en una misma fecha aunque no en un mismo año: estos acontecimientos salvíficos son la adoración de los magos, el bautismo de Cristo por Juan y el primer milagro que Jesucristo, por intercesión de su madre, realizó en las bodas de Caná y que, como lo señala el evangelista Juan, fue motivo de que los discípulos creyeran en su Maestro como Dios.
De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios.
¿POR QUé REYES Y DEL ORIENTE?
En aquella época, los persas llamaban "magos" al sacerdote. Mas tarde la tradición les llamó "reyes", por alusión al salmo 72,10-11 : "Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones". De oriente: El oriente, para los judios, era Arabia, Persia o Caldea.
¿DE DóNDE SALE LA ESTRELLA?
Según Zenit, fuente oficial de la Iglesia Católica, el 17 de diciembre de 1603, Johannes Kepler, astrónomo y matemático de la corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo, al observar con un modesto telescopio desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno. Hizo concienzudos cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C. Recordó también que el famoso rabino y escritor Isaac Abravanel (1437-1508) había hablado de un influjo extraordinario atribuido por los astrólogos hebreos a aquel fenómeno: el Mesías tenía que aparecer durante una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. Kepler habló en sus libros de su descubrimiento, pero la hipótesis cayó en el olvido perdida entre su inmenso legado astronómico.
¿Y SUS RESTOS?: 474 D.C. LUGARES CLAVES
Hasta el año de 474 D.C. sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días. |