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Panamá administra con orgullo el Canal interoceánico, incluso mejor que como lo hacía Estados Unidos. Así lo indican expertos en materia naviera. Pero, como pocos quieren recordarlo, para que nuestro país alcanzara el sueño de los próceres de controlar la vía acuática hubo que pasar un hecho extremadamente importante como lo fue la gesta de los jóvenes estudiantes del Instituto Nacional.
El 9 de enero de 1964, un grupo de alumnos del "Nido de Aguilas" fue al Colegio de Balboa, entonces dentro de la Zona del Canal bajo control de EEUU, a izar la bandera panameña junto a la norteamericana, según se estipuló en el acuerdo de 1962. Los "zonians", en su mayoría sureños radicales, agredieron a los estudiantes istmeños y rasgaron la enseña patria.
Como reguero de pólvora, corrió la infausta noticia de que los jóvenes institutores fueron agredidos y así comenzó la gran turba popular que disgustada exigió a Estados Unidos más responsabilidad en su palabra empeñada.
Lo demás ya lo conocemos: 21 panameños muertos y la intervención militar de Washington en el istmo, la más significativa hasta el 20 de diciembre de 1989.
CAMBIO
Fue el presidente Rodolfo Chiari, quien dio un paso político tremendo al declarar rotas las relaciones entre Panamá y Estados Unidos por el incidente armado. La comunidad de naciones vio en el acto belicista de Washington una ofensa a la soberanía de Panamá y se internacionaliza la causa istmeña por recuperar el control sobre el Canal y la zona territorial bajo dominio perpetuo de EEUU.
Tanto fue el clamor mundial que en 1974, diez años después de la gesta de los estudiantes, Henry Kissinger vino a pactar la declaración que por primera vez EEUU admitía la necesidad de regresar la soberanía de Panamá sobre el Canal y sus alrededores.
Ojalá las autoridades panameñas no olviden a los muertos de 1964, entre ellos a Ascanio Arosemena, al que no se le hace honras, aunque fue el primer caído en esos incidentes fatídicos. |
