Los retos de la nueva etapa democr�tica (1990-1999), Panam� resurge de las cenizas de la invasi�n

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Dra. Patricia Pizzurno
Dr. Celestino Andr�s Ara�z

El Presidente Guillermo Endara hered� un pa�s en ruinas, aislado internacionalmente, con una extraordinaria deuda externa, una elevad�sima tasa de desempleo, masiva pobreza, concentraci�n del ingreso en pocas manos y ocupado por el ej�rcito de los Estados Unidos. Sus tareas inmediatas eran restaurar la democracia, restablecer el orden p�blico y fortalecer la econom�a. Deb�a tambi�m obtener el reconocimieto internacional, lograr la desmilitarizaci�n del territorio y asegurar la evacuaci�n de las tropas de intervenci�n del pa�s. Adem�s, hab�a prometido gobernar en favor del inter�s nacional y no de una camarilla como hab�a sucedido en los a�os de la dictadura militar, en virtud de lo cual la tarea era tit�nica y se requer�a emprenderla con decisi�n y sin titubeos.

Aunque en l�neas generales el gobierno cumpli� la mayor�a de los objetivos, tambi�n tuvo que hacer frente a graves dificultades que fueron surgiendo con el tiempo. En el aspecto econ�mico-financiero, se dio la ansiada recuperaci�n y se cubrieron los pagos adeudados a los organismos financieros internacionales desde 1987. Se adopt� el programa de Modernizaci�n Econ�mica, con la expedici�n de la Ley Marco de Privatizaci�n; se cre� la Autoridad de la Regi�n Interoce�nica y se elimin� el Ej�rcito. Pero se hizo evidente que el gobierno aplic� una pol�tica econ�mica impuesta por los organismos financieros internacionales. Entre las dificultades que tuvo que sortear el nuevo Presidente se destacaron las pugnas intestinas con el partido Dem�crata Cristiano, que terminaron con el extra�amiento de este colectivo de la Coalici�n del gobierno; el intento de golpe de Estado fraguado por el Coronel Eduardo Herrera y merced al cual solicit� la intervenci�n de las tropas norteamericanas, as� como el esc�ndalo del trasiego de armas con la ex Yugoslavia.

Este primer gobierno post invasi�n puso en ejecuci�n una pol�tica fiscal f�rrea que afect� a los sectores populares, pero no produjo una verdadera transformaci�n en la vida nacional como anhelaban las grandes mayor�as nacionales. Por el contrario, volvieron a resurgir las reglas del juego de la vieja oligarqu�a con todas sus taras. Adem�s, el liderazgo del Presidente se puso en entredicho por no haber adoptado las medidas en�rgicas que requer�a y reclamaba el pa�s en aquel momento. En algunas ocasiones, el tim�n del gobierno pareci� marchar a la deriva en el manejo de la cosa p�blica , sin lograr la estabilidad social y pol�tica. Por momentos pareci� tambi�n que el gobierno era un reh�n del pueblo, que se lanzaba a las calles para protestar y aqu�l acced�a, de inmediato, a sus demandas. De all� que la popularidad inicial de Endara desapareci� r�pidamente.

Adem�s, algunas de las medidas neoliberales adoptadas por el gobierno tuvieron efectos sociales catastr�ficos. Se despidieron cientos de empleados p�blicos, se suspendi� el pago del d�cimo tercer mes, se produjo en cifras reales el aumento del desempleo y la pobreza; se elev� el costo de la vida, y tambi�n campe� la corrupci�n en algunos sectores gubernamentales. La incapacidad del gobierno para dar soluciones efectivas a muchos de estos problemas fue creando frustraci�n y descontento entre la poblaci�n, al tiempo que la situaci�n era capitalizada por el PRD. Este colectivo, desarticulado despu�s de la invasi�n y completamente desacreditado demostr� una gran capacidad de reorganizaci�n, que lo llev� a alzarse con la victoria en las elecciones de 1994.

Hacia las postrimer�as del mandato de Endara el pueblo estaba ansioso por un cambio y reclamaba un gobierno en�rgico y que aportara soluciones.

Pese a ser mayor�a, la oposici�n no logr� consenso para lanzar un �nico candidato y, por el contrario, se escindi� en cuatro facciones, cuando el cantante Rub�n Blades fue postulado por su partido Papa Egor�. La candidata oficial fue la viuda del tres veces Presidente Arnulfo Arias, Mireya Moscoso por la Alianza Democr�tica; Rub�n Dar�o Carles el ex poderoso Contralor, por el Molirena, Eduardo Vallarino por la Democracia Cristiana. Ernesto P�rez Balladares fue postulado por el PRD que adopt� el slogan �el pueblo al poder� y result� electo con el 33% de los votos del electorado. Tanto el Tribunal Electoral como el gobierno de Endara propiciaron la realizaci�n de un torneo electoral limpio y honesto, como pocos ha registrado nuestra historia republicana.

 

 


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