En el Segundo Tribunal Superior de Justicia se realizó la audiencia contra Manuel Ernesto Guzmán Baloy, procesado por los delitos de tentativa de homicidio, violación carnal y robo.
Los supuestos hechos ocurrieron el 29 de abril de 1998, cuando el hoy procesado- valiéndose de su condición de policía de seguridad de un local- con el arma reglamentaria golpeó a sus víctimas, siendo una de ellas la encargada del negocio, a quien violó, torturó y luego robó dineros del referido negocio.
El abogado Silvio Guerra Morales actuó en ese caso, como el acusador.
Tras comenzar la audiencia, el acusado se declaró confeso y arrepentido, y el abogado defensor -Guillermo Jurado- del Instituto de Defensoría de Oficio, alegó que "el acusado sólo había sido indagado por el delito y que el proceso era nulo".
Pero el acusador ripostó "que el enjuiciado, al momento de ser indagado había declarado respecto a todos y cada uno de los hechos por los cuales se había declarado confeso y arrepentido y que no quedaba otra cosa que aplicar sino la pena máxima".