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 Lunes 29 de noviembre de 1999


Inicia Tiempo de Adviento y Jubileo

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Redacci�n
Cr�tica en L�nea

El Tiempo de Adviento inici� ayer domingo, en preparaci�n de la Navidad, dentro de la coyuntura del inicio del A�o Santo Jubilar. Es un per�odo para reflexionar acerca de lo que hacemos, en lo personal y lo colectivo, para recibir al Se�or en su segunda venida. Es estar siempre listos y velando, para cuando se manifieste la parus�a. Mientras llega ese D�a del Se�or, tenemos un tiempo para la conversi�n y el correspondiente examen de conciencia. Ese es el sentido que hoy, concretamente, hemos de darle al Tiempo de Advenimiento que iniciamos. Busquemos la espiritualidad y las obras, a la luz de la fe y de las ense�anzas del Evangelio. Y para ayudarnos, tenemos los signos exteriores de las celebraciones propias de este tiempo, de la liturgia, y de nuestra fiesta perenne: la Eucarist�a. Adviento es un tiempo, tambi�n, para reconciliarnos con nosotros mismos, con el pr�jimo y, particularmente, con Dios, en la persona de su Hijo que viene a visitarnos cada d�a de nuestras vidas. Es en ese sentido de reconciliaci�n que entra a jugar su papel el A�o Santo Jubilar, con toda la gracia de Dios que, en su Trinidad, nos da la oportunidad para que nos acerquemos a �l. Preparemos el camino del Se�or, para que construya en nosotros su templo, y more, eternamente, en nuestro coraz�n. Y eso, sin duda, podemos hacerlo intern�ndonos en lo profundo del significado del Adviento.

ADVIENTO, NAVIDAD Y JUBILEO

Manteniendo su preocupaci�n sobre la preparaci�n que debemos observar en tiempos especiales que celebra nuestra Iglesia, la Comisi�n Arquidiocesana de Pastoral Educativa, invit� a los educadores de Panam� Centro, Oeste y San Miguelito a una jornada de reflexi�n y ambientaci�n sobre el Adviento y Navidad, sin perder de vista la celebraci�n del Gran Jubileo.

El Reverendo Padre R�mulo Aguilar, de la Comisi�n Arquidiocesana de Liturgia, facilit� la jornada a 40 educadores de las �reas mencionadas.

El Padre R�mulo convers� a los (as) educadores (as) sobre el a�o cristiano haciendo �nfasis en los tiempos de Cuaresma, Pascua, ordinario, Adviento, Navidad y la celebraci�n especial y significativa que tendremos los cristianos en el a�o 2000: el Gran Jubileo, invit�ndonos a participar de los signos que determinan esta gran conmemoraci�n como laicos comprometidos. Resalt� como signos propios de todos los jubileos: 1) La peregrinaci�n a los lugares santos. 2) La puerta santa abierta en las principales bas�licas romanas. 3) El don de la indulgencia. Los que respectivamente nos llaman a la preparaci�n interior; a la conversi�n del coraz�n; a reafirmar que nadie puede tener acceso al Padre si no es por Jes�s: "la puerta"; y purificamos de algunas consecuencias del pecado.

Sin dejar de anotar los signos del Jubileo del a�o 2000, que el Papa Juan Pablo II sugiere sean tomados en cuenta: 1) La purificaci�n de la memoria. 2) La caridad como signo de la misericordia de Dios. 3) La memoria de los m�rtires. Bastos signos particulares nos llevan a ser mensajeros de paz y reconciliaci�n; a traducir en obras concretas de ayuda a los m�s d�biles, y a no olvidar el testimonio de nuestros m�rtires cristianos; todo esto envuelto en la experiencia espiritual que conlleva el Jubileo.

Una recomendaci�n fue estar atentos (as) a las iniciativas y orientaciones de nuestros pastores en cada Di�cesis con el fin de ser parte de los signos del Jubileo en nuestra iglesia local.

Sobre Adviento, preparar y celebrar la Navidad, temas que abord� de forma amena y did�ctica, lo present� como tiempo que necesita tener "una chispa viva de emoci�n", la que se traduce en un tiempo especial que debemos ayudar a discernir para valorar todos los buenos elementos que nos trae.

Es importante la ambientaci�n de las Iglesias: murales, corona, plantas, cantos propios, recuerdos o plegarias; en la 2da. parte del Adviento, a partir del 17 de diciembre: el Bel�n, veneraci�n del Ni�o, tiempo familiar; siempre dando �nfasis a la valoraci�n de la gracia de este tiempo.

Se�al� la importancia de aprovechar esta oportunidad para guiar a los ni�os, con respecto al �rbol, el nacimiento, los juguetes, regalos, y las oraciones, que sintamos que reflejen: el �rbol de la vida -la cruz de Cristo- est� a disposici�n de los que quieren acercarse a �l; la reconstrucci�n de las escenas de Bel�n, con verdaderas proyecciones de fe cristiana, irradiando esperanzas de anuncio gozoso; s�mbolo de solidaridad y de amor al pr�jimo. La oraci�n en familia, en comunidad y tantos detalles que nos hacen coincidir en que cada uno es un elemento de evangelizaci�n.

Los (as) educadores (as) mostraron inter�s por el aporte que pod�an dar en sus �reas de trabajo adem�s de hogares y parroquia para Adviento y Navidad: mensajes, murales, corona de adviento, luces, oraciones, reflexiones semanales, cantos y regalos, para vivir con alegr�a la espera del Salvador.

 

 

 

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