Para 1800, mucho antes de la Guerra de los Mil Días, existía un caserío en el distrito de Capira denominado "El Potrero", donde pastaban los animales que eran propiedad de la Iglesia.
El caserío estaba formado por un reducido número de casas, cuyo primer habitante fue un señor de nombre "El Zoco"; posteriormente, el número de pobladores fue aumentando.
La expresión utilizada para nombrar a las personas que vivían en este poblado no era nada agradable para ellos: "la gente del potrero", era un apelativo con el que se solían hacer muchos chistes.
En los años siguientes, hubo varios intentos por cambiar el nombre de "El Potrero"; algunos de los sugeridos fue "El Valle de San Isidro", "El Valle de Trinidad", "Valle de San Antonio", sin que se llegara a ningún acuerdo.
Para 1943, el alcalde de ese entonces, Nicanor Subía, y el señor Arturo Barsallo, deciden cambiar el nombre de "El Potrero" por "Lídice".
Lídice era el pueblo checoslovaco, que sufrió la masacre de sus hombres, mujeres y niños, en el jardín de La Granja Horak en 1942, durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.
El cambio de nombre fue aprobado por el Consejo Municipal de ese entonces y el Ayuntamiento Capitalino, mediante una Resolución y proclamado el nuevo nombre durante un acto el 31 de octubre de 1943.