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"El país creado por Wall Street: la historia no contada de Panamá" es un libro que ha suscitado gran controversia. En él se afirma que la creación de la República de Panamá se dio gracias a que la política exterior del presidente Franklyn D. Roosevelt fue secuestrada por un grupo de magnates financieros y comerciales estadounidenses, que querían asegurarse las ganancias que rendiría un futuro canal interoceánico.
Según su autor, el abogado panameño de Wall Street Ovidio Díaz Espino, "lo que es escandaloso es que Wall Street planificó, financió y ejecutó la independencia de Panamá".
Según Díaz Espino, en Panamá hay dos leyendas: la "blanca", esencialmente, es la oficial, la que está en los libros de texto en Panamá y Estados Unidos, que dice que los panameños -cansados de las injusticias cometidas por Bogotá a lo largo de todo el siglo XIX- buscaban continuamente su liberación de la Gran Colombia pero que Colombia, por ser más poderoso, se lo impedía y que en 1903 los panameños se levantaron en una manifestación -sin apoyo de ningún otro país-, declararon su independencia y se hicieron libres.
Estados Unidos sólo habría ayudado después, poniendo unos buques en Colón y la Bahía de Panamá para evitar que las tropas colombianas frustraran la independencia de Panamá... "Panamá la creamos los panameños", es una frase conocida en el país.
La "leyenda negra" dice que Panamá fue el resultado de un cabildeo entre un grupo de Wall Street, el gobierno de Washington y patriotas panameños, donde hubo flujo de dinero y presión que logró financiar y ejecutar la revolución de Panamá.
Eso está apoyado por tres investigaciones del Congreso estadounidense y numerosas investigaciones en Panamá. Pero, obviamente, todo país necesita héroes y venderle esa historia a los niños de Panamá es muy difícil, entonces se creo la "leyenda blanca". |
