A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
Medalla de oro para Ceferino (II)
Santos Herrera
Con la finalidad de aliviar
las penas y la nostalgia que le causa estar lejos de su terruño querido,
y de su música, busca en la urbe metropolitana la amistad que de
ese gran acordeonista Claudio Castillo, que años después,
cuando aún nuestra música típica esperaba mucho de
él, falleció por la cornada de un toro. Fueron grandes amigos
y en una ocasión, cuando Claudio, por cuestiones de trabajo no podía
cumplir un contrato de cinco días en las fiestas de Santa LIbrada
en Las Tablas y conociendo los quilates del joven Ceferino, lo mandó
con su conjunto como acordeonista y fue en esas fiestas patronales de los
tableños cuando surge la incandescente estrella de nuestra música
típica y popular, que por más de cuatro décadas ilumina
fulgurante el firmamento nacional. El Canajagua Azul sirvió de testigo
del nacimiento del más grande acordeonista de Panamá, Ceferino
Nieto: el Titán de las Américas.
Sin embargo, es el 23 de septiembre de 1953 cuando se presenta por primera
vez con su Conjunto Bella Luna en un Festival de la Mejorana en Guararé.
Contratado por el guarareño Nieves Angulo, toca su primer baile en
el Jardín Tania, teniendo como contrincante al inmenso y siempre
bien recordado Gelo Córdoba, que tocaba en el jardín del distinguido
empresario Beby Jiménez. En ese festival, que tiene como Patrona
La Virgen de La Merced, se consagró como músico Ceferino Nieto.
Es bueno reconocer que los festivales de la mejorana, que con esmerado fervor
nacionalista organizaron los esposos Manuel y Dora, sirvieron de marco para
encumbrar la figura del músico herrerano, ya que en 1959 gana en
Guararé Medalla de Oro en el Primer Concurso de Acordeones Gelo Córdoba.
Ceferino, como músico, ha tenido sus altas y sus bajas. Como hombre
y persona ha sido generoso. Como le gusta compartir no ha acumulado fortuna.
Ama entrañablemente a la Provincia de Herrera y a su Patria Panamá.
Como entusiasta deportista, le compuso una pieza musical a su provincia
natal, que en cada campeonato de béisbol, se convierte en un himno
que hincha de orgullo los corazones de los herreranos. Así ha sido
Ceferino y así será siempre: bonachón, juguetón,
amigo y sobre todo músico, que le seguirá cantando hasta su
último aliento de vida a su pueblo querido.
Por ello, nos solidarizamos con el Homenaje a Ceferino Nieto, en el cual
se le rindió un merecido reconocimiento por sus cuarenta años
de música típica profesional y por ser el primer acordeonista
de Panamá. Y terminamos con los versos del poeta Changmarín
que de Ceferino dijo que:
- "Va su mano en el teclado,
- mientras, brinda una sonrisa,
- y sus dedos improvisan,
- el son bien acompasado".
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AYER GRAFICO |
El ejemplar Cyclone Malone gana el clásico La Prensa, dedicado a
los periodistas. |
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