Un verdadero misterio envuelve el asesinato por estrangulación del pasacables de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricardo Ortega Rivas, de 60 años.
A Ortega Rivas lo mataron en horas de la noche del jueves, en su vivienda, la 27-C de la Calle 2da. de la barriada Altos del Hipódromo, en el corregimiento de Juan Díaz.
Lo extraño del hecho es que en la casa del trabajador canalero, quien vivía sólo, no se robaron absolutamente nada, ni tampoco forzaron ninguna de las puertas, lo que pareciera indicar que los victimarios, o tenían llaves, o los dejaron entrar.
Fue la concubina del hoy occiso, de 39 años, la que hizo el fatal hallazgo al ingresar a la vivienda después de regresar de hacer unas compras.
La misma solicitó a gritos ayuda a los vecinos, los que al ingresar se percataron que el hombre estaba sin vida con un cartucho en la cabeza en los últimos cuartos de la vivienda.
En la casa hay dos perros, los que-según un vecino-nunca ladraron. Tampoco se notó la presencia de autos o personas extrañas por el lugar.
El hombre, que tenía más de 20 años de vivir en el lugar, era una buena persona según sus vecinos. Deja en la orfandad a un adolescente producto de su primera relación, y a una niña de cuatro año, de la actual.