Después de repartir golpes, a diestra y siniestra, con su guadaña plateada encontramos a "La Muerte", haciendo un alto en su agotadora jornada contra del alto costo de la vida.
Este curioso personaje, que esta semana se distinguió en las protestas callejeras por su atuendo negro, su rostro de calavera y su filosa guadaña, decidió sacarse la máscara para hablar un poco de sí mismo y de los principios que impulsan su trabajo.
"La Muerte" es Ulises Córdoba, un hombre de 46 años que labora en la imprenta de la Universidad de Panamá en reparación de máquinas industriales. Es originario de Darién. Sus estudios primarios los realizó en el Instituto Nacional.
�DE DONDE SURGIO LA IDEA DE DISFRAZARSE DE LA MUERTE?
Se me ocurrió como una forma de protesta en la Universidad de Panamá, para mostrar a los políticos y a los empresarios, que si continúa el alza desmedida de los precios de la canasta básica vendrá la muerte y nos llevará a todos.
Paradójicamente, con esta figura temible de la muerte trato de proteger la vida de todos los panameños humildes.
�"LA MUERTE" LE TIENE MIEDO A LA MUERTE?
No le tengo miedo porque considero que es parte de la vida y, ahora mismo, nos inspira para protestar pacíficamente.
�CUANTAS VECES SE HA DISFRAZADO CON ESTE ATUENDO?
Desde que decidí adoptar a este personaje, creo que en más de 30 ocasiones salí a las calles a dar guadañazos contra las adversidades socioeconómicas que amenazan a nuestro pueblo.
He sentido el fuerte olor de las bombas lacrimógenas y los perdigones han pasado cerca a mi cuerpo, pero esto es parte de mi trabajo.
�CUAL ES EL MENU DIARIO EN LA MESA DE LA MUERTE?
Debido al alto costo de la vida, "La Muerte" se alimenta de arroz, poroto y cuando hay suerte se pone un pedazo de carne en el plato. La verdad es que la situación está muy difícil. �Ya no se puede vivir!
Durante las protestas hacemos un presupuesto previo. Un día comemos arroz con huevo; otro, arroz con salchichas; y algunas veces, arroz con alitas. �Lo que consiga!
�NO LO SOFOCA EL DISFRAZ?
Este trabajo social lo hago de todo corazón, por principio, y la verdad que me llena de mucho orgullo, por esa razón no me canso ni me sofoco.