El control biológico es fundamental en el manejo integrado del cultivo del café, señaló el especialista Juan Batista.
Alegó que para una mayor efectividad, los parasitoides tienen una mejor respuesta cuando las crías colocan sus "huevecillos" y al reproducirse se alimentan de la broca; lo que ayuda a controlar las poblaciones de este insecto.
La broca del café es una plaga que apareció en la provincia de Chiriquí, en la comunidad de Bajo Cerrón, corregimiento de Río Sereno, en el año 2005. Durante ese lapso de tiempo, se han implementado puestos de control en distintos puntos, para impedir el avance de esta plaga.
Datos estadísticos del MIDA indican, que la presencia de este insecto en las áreas de cultivo de Renacimiento y Volcán no llegan al 0.5%.
En tanto, las plantas de café de esta zona presentan un nivel de afectación que oscila entre el 0.1% y el 0.3%.
Cabe señalar que, en Chiriquí, en el último año, se han cultivado 10 mil 485 hectáreas. Lo que indica que se registró un incremento del 10% en la producción de café de la provincia.
Uno de los factores, que incide en la propagación de la plaga, es la movilización humana. Por otra parte, no sólo el café es hospedero de la broca, sino también otra clase de granos como el guandú.