En Acapulco, México, se desarrolla mañana la Asamblea General Extraordinaria de la Organización Deportiva Bolivariana (ODEBO). El sueño de ser sede de los bolivarianos puede terminar.
Todo comenzó el 5 de mayo del presente año. Una delegación panameña viajó a Mérida, México, y regresaron con la sede de los juegos.
Luego de estos momentos de alegría, el 27 de Julio la ODEBO, a través del Comité Olímpico de Panamá (COP), pedía el apoyo exclusivo al COP comandado por Miguel Sanchiz.
Carrera vuelve y advierte que si Miguel Sanchiz no es reconocido, oficialmente, como presidente del Comité Olímpico de Panamá (COP) no se podrá seguir adelante con la organización de los juegos.
El 2 de septiembre el Gobierno ratifica el Comité Organizador de los Juegos Bolivarianos, teniendo a la cabeza a Edwin Cabrera.
Ese mismo día, Fernando Samaniego, vicepresidente del COP, rompía el silencio y arremetía contra Miguel Vanegas y levantaba la voz. Aunado a esto, Samaniego señala que ellos, los únicos autorizados por los estatutos de la ODEBO, para escoger el Comité Organizador, se mantendrían al margen de los juegos y que debido a los problemas jurídicos no habían nombrado el Comité.
Las amenazas de la ODEBO se dieron, las pataletas del COP también y el gobierno, no se defendía, pero el miércoles 13 de octubre, el presidente de la República, dio su parecer.
Ricardo Martinellu le comunicaba a Miguel Sanchiz que no le podría correr el capricho de inscribirlo en el Registro Público, mientras sus problemas estén en los tribunales. "Apelamos a que comprendan que cualquier acción en este sentido implica una intromición del Ejecutivo en otro �rgano del Estado".