"Grítalo fuerte, soy gay, soy gay", dice el corito de una canción que hace un par de años pegó mucho. Este tema musical rompió con varios tabúes de la sociedad panameña, que en materia de homosexualismo está en pañales. Pero ojo, si se pone a analizar ese corito, no es nada fácil para un gay adolescente gritar a los cuatro vientos su inclinación sexual.
Un vivo ejemplo de esto es Alexis, un joven de 20 años, quien en su adolescencia vivió la discriminación de quienes lo rodeaban, incluso de su familia. Nos cuenta Alexis que desde que tenía 12 años, en la etapa de su pubertad, fue cuando se dio cuenta de sus apetitos sexuales hacia los chicos y los hombres maduros.
HAY QUE LIBERARSE
En la actualidad, esas represiones quedaron atrás, cuando cumplió los 16 años y, agobiado por los abusos, decidió decirles a sus padres su gusto por personas del mismo sexo. Esta revelación le costó una largada de casa y un alejamiento de sus padres. Han pasado los años y con el apoyo de una persona que lo ayudó, hoy estudia una carrera universitaria. "Me duele que mis padres me hayan dicho esto, pero no puedo quedarme estancado en eso", concluyó.
Historias como éstas se repiten a menudo en la sociedad panameña.
El psicólogo Abigail Velásquez mencionó que decirle a los padres que se es gay es algo muy difícil. "Es algo relativo. Muchas veces va a depender de la integridad de la familia, si el adolescente tiene una familia que está cimentada en los valores. Es decir, una familia funcional y con valores protectores, podría serle más fácil.
Para el doctor, lo ideal es que los padres estén vigilantes ante los comportamientos de sus hijos, para así buscar ayuda profesional.
APOYO DE LOS PADRES
José �ngel es otro chico que cuenta con el apoyo de su familia; cuando sus inclinaciones sexuales se le notaron, fueron precisamente sus padres quienes se abrieron y conversaron con él. "Desde ese día me liberé, gracias a Dios cuento con mis padres. Son mis confidentes y me hacen ver las cosas desde otro punto de vista".
Como pueden apreciar, José �ngel cuenta con el apoyo de sus padres y es precisamente lo recomendable, los padres deben estar alerta ante todo. "Lo importante es no marginarlos, humillarlos y menos rechazarlos", comentó.
NO HAY CULPABLES
Hay que tener claro que este tema trae muchos conflictos familiares, pero una vez que usted se dé cuenta de que tiene un hijo gay, no tome el camino de culpabilidad, negación, rabia o sensación de haber perdido algo.