El título de este escrito aparece en las Sagradas Escrituras y hoy queremos desarrollar una idea, a partir del significado que dio Jesús en su momento.
Dice la Biblia que Jesús llamó a los fariseos "sepulcros blanqueados", más bien por su comportamiento ante la sociedad. Ellos se la tiraban de religiosos y moralistas, pero por dentro su corazón hacía y pensaba lo opuesto. Jesús fue claro al decir que ellos proyectaban en su exterior ser personas puras y limpias, pero por dentro llevaban un muerto en estado de descomposición.
Obtener historias de este libro resulta tan provecho para todos, que es necesario en la vida real dar a conocer los ejemplos para mejorar nuestra actitud.
Si Jesús estuviera en carne y hueso en nuestros días �a quiénes les hubiera llamado "sepulcros blanqueado"? Piense un poco y se dará cuenta que es muy probable que la frase se la hubiera repetido a aquellos religiosos que "chupan" arriba de los templos, también se lo hubiera dicho a nuestros diputados que hablan de transparencia, pero se la pasan cometiendo irregularidades; a los magistrados que hablan de justicia y a diario comenten injusticias; a los jefes de gobierno que prometen cosas en campaña y cuando son gobernantes se olvidan de las promesas; a los esposos que juran amar para toda la vida y al poco tiempo se convierten en fieras que golpean a sus mujeres; a esos compañeros de trabajo que te saludan con una sonrisa muy linda, pero por dentro siente odio hacia tí, en fin, hay muchas personas que dicen ser una cosa, pero hacen lo contrario.
La mejor manera de dejar de ser una persona que lleva un muerto por dentro es arrepentirse a tiempo de sus fallas y dejar que el médico los sane para siempre. Jesús vino a sanar a los que reconocen su necesidad espiritual, a los que están en bancarrota espiritual, mas no a los que ciegos por su orgullo, se creen a sí mismos justos. No es que haya justos que no necesitan arrepentimiento. La Biblia dice que todos somos pecadores.
