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�Mam� canguro�
Hermano Pablo
Edgar Rey y H�ctor Mart�nez, m�dicos colombianos, terminaron de hacer el paquete. Contemplaron su obra y se sintieron satisfechos. Era un paquete bien hecho, bien ajustado, la obra de varios a�os de investigaci�n. No hab�an empaquetado instrumentos quir�rgicos, ni hab�an empaquetado drogas ni medicinas. Tampoco hab�an empaquetado un cad�ver para conducirlo al sepulcro. Por el contrario, los doctores Rey y Mart�nez, ginec�logos de Santaf� de Bogot�, hab�an empaquetado un beb� al pecho de su madre. Estos m�dicos desarrollaron una nueva t�cnica para salvar la vida de los beb�s que nacen con muy poco peso, algunos con apenas un kilo. En vez de ponerlos en una incubadora y alimentarlos con soluciones qu�micas, los ponen junto al pecho de su madre y les dan leche materna. Por eso el m�todo se conoce con el nombre de �mam� canguro�. El resultado ha sido asombroso. Los beb�s se reponen mucho m�s r�pido y ganan mucho m�s peso que con el m�todo cient�fico tradicional. No hay duda de que es un gran logro el m�todo de estos m�dicos colombianos. Cansados de la ciencia y la tecnolog�a, se propusieron salvar la vida de los beb�s por el m�todo natural, el m�todo biol�gico, m�s que por el cient�fico metodol�gico. No hay mejor calor que el calor de la madre -sostienen ellos-, y no hay mejor alimento que la leche materna; es m�s, no hay mejor sonido para el beb� reci�n nacido que el latido del coraz�n de su madre. Lo natural siempre ser� superior a lo artificial, lo biol�gico a lo cient�fico y lo divino a lo humano. Ya lo dice el antiguo proverbio latino: �Aunque expulses a palos la naturaleza, ella regresar� una y otra vez.� Bienvenido este descubrimiento de los doctores Rey y Mart�nez. Nos ayuda a comprender mejor las leyes espirituales. �Cu�l es el mejor m�todo para solucionar el primer problema humano, que es el pecado? �Los m�todos humanos, cient�ficos, o el m�todo natural, divino? Ni las proposiciones de la sociolog�a, ni las recetas de la psicolog�a ni los argumentos de la filosof�a sirven para quitar la carga de pecado del alma humana. S�lo la alivia el m�todo divino. �Y cu�l es el m�todo divino? Poner todas nuestras culpas sobre Jesucristo, que muri� por nosotros en la cruz a fin de ofrecernos gratuitamente la reconciliaci�n con Dios mediante la fe en �l. Ese m�todo es infalible.
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