|
EDITORIAL
El caso Montesinos distrae la atenci�n
Una vez m�s los paname�os nos hemos dejado deslumbrar por el caso de Vladimiro Montesinos, que ha despertado mucho revuelo en nuestro pa�s por las condiciones en que abandon� su natal pa�s, Per�. Montesinos a quien se le otorg� una visa de inmigrante y de inversionista durante el gobierno del Presidente P�rez Balladares, ahora ha sido favorecido con una visa de turista y ahora �ste reclama status de asilado, cuando, al menos por ahora, no es ning�n perseguido pol�tico y el gobierno de Alberto Fujimori no ha presentado cargo alguno y no piensa en su extradici�n. Los paname�os pues, nos hemos dejado obnubilar por la alharaca del asunto Montesinos por las noticias sobre este personaje peruano que vino al Istmo acompa�ado de una selecta comitiva. Mientras hay el problema de mil damnificados por las inundaciones en Chiriqu� y Veraguas, el alza de la gasolina, el creciente aumento de la violencia en las pandillas juveniles, la incautaci�n de armas y la alta carest�a de la vida, aqu� nos seguimos preocupando y el damos prioridad al caso Montessinos. El inminente alza del pasaje del transporte colectivo y el problema de la terminal de transporte de Panam� Oeste, debe merecer la atenci�n de nuestro pueblo y no dejarse llevar de las "llamaradas de capullo" de otros problemas menores. Incluso la amenaza del dengue hemorr�gico, que en otros pa�ses como El Salvador est� cobrando vidas, situaci�n que ha llevado al Presidente de este pa�s Carlos Flores a lanzar un SOS internacional; la advertencia de la guerrilla colombiana si Panam� participa en el Plan Colombia y el desempleo galopante, ya que se contin�a con los despidos masivos; todo esto debe ser enfocado con m�xima prioridad por nuestros gobernantes. Es lamentable que los paname�os se hayan cegado por espejismos, sin ver la veradera meta o que por el �rbol pierdan de vista el bosque. Anteriormente han estado asilados en Panam� el Sha de Ir�n, Juan Domingo Per�n, y actualmente est�n Abdal� Bucaram, Raoul Cedr�s y Jorge Serrano El�as, sin que se haya producido una conmoci�n informativa, salvo algunas manifestaciones de protesta. Pero los paname�os somos emotivos y nos dejamos llevar por nuestros impulsos. De ah� que nuestro pueblo se deje llevar por un hurac�n de pasiones y se deje arrastrar por la vor�gine del desenfreno.
|
PUNTO CRITICO |
 |
|
|
|
