Aunque los transportistas de Panamá Oeste habían anunciado que no se trasladarían hacia Calle 25 a recoger pasajeros, la historia cambió en horas de la tarde.
Primero, llegaron de manera inesperada funcionarios del Tránsito y Transporte Terrestre de la Policía Nacional a realizar los operativos que han sido catalogados por los transportistas piratas como una persecución a esta agrupación en medio de las negociaciones que llevan a cabo con el Gobierno para legalizar este medio de transporte.
Durante el ejercicio, cuatro buses piratas fueron sacados de circulación. La noticia corrió como pólvora y el resto de los transportistas piratas decidieron no ir a buscar a los pasajeros por temor a que también se los llevaran.
Esta situación provocó disconformidad en los usuarios, quienes con el pasar de las horas decidieron cerrar la Avenida Justo Arosemena en la intersección con Calle 26.
Al lugar llegaron antimotines para calmar los ánimos de los usuarios; sin embargo, estos se resistían a trasladarse hacia la Terminal de Albrook.
Ante la situación, las unidades del tránsito decidieron solicitar apoyo al Sindicato de Conductores y Automotores de La Chorrera, para trasladar a los usuarios.
Pero aunque llegaron 3 buses de esta ruta, algunos usuarios denunciaron que los conductores se querían aprovechar de la situación, cobrándoles entre $0.75 y $ 1.00, por lo que decidieron mantener la protesta.
Frente a la problemática, el representante legal de la Asociación Pro Transportistas Solidarios, Javier Justiniani, catalogó la acción realizada por las unidades de la Dirección del Tránsito de la ATTT, como un pase de factura luego de la denuncia presentada por la agrupación en la mañana de ayer.