La masturbación es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtener placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo.
Por muchos años, éste ha sido un tema tabú para la sociedad, también se hace referencia a los aspectos positivos y negativos que se obtienen. Pero también existen varios tipos de masturbación, entre los que podemos mencionar están: la masturbación impulsiva: que es aquella que se produce sobre la marcha, sin que medie una gran elaboración mental o imaginativa.
Masturbación compulsiva: Es el acto autoerótico que se realiza mediante un proceso de duda, de verse uno forzado a hacer eso, pero sin querer, luchando por evitarlo. Es muy frecuente, sobre todo, en personas con unos criterios morales arraigados.
Masturbación liberadora de tensiones: Suele darse en personas con ansiedad, estrés, preocupaciones intensas, etc. En estos casos, la experiencia se acompaña de un relax que disuelve esa inquietud ansiosa interior.
Masturbación en la persona hipersexual: En estos casos puede tratarse de alguien muy centrado en la sexualidad, con pocos objetivos en la vida, sin inquietud cultural, y muy dado a un cierto machismo trasnochado consistente en contar a los amigos sus aventuras sexuales. Al fallar a estos sujetos la "dosis de sexualidad periódica", recurren a la masturbación.
Masturbación por compensación de frustraciones: El hombre actual se ve sometido a decepciones que impone la vida moderna y que, en ocasiones, no está preparado para superar. De ahí emerge muchas veces una conducta de masturbación, mediante un mecanismo de indemnización, igualación o compensación que facilita un cierto desahogo momentáneo con el que se corrigen las dificultades por las que se atraviesa.
Estos son algunos de los tipos de masturbación que se conocen, también el hombre al masturbarse obtiene muchos beneficios negativos y positivos.