El PRD, principal partido de oposición, y que aún cuenta con la mayor cantidad de adherentes, no ha podido contener la ola de deserciones hacia el partido Cambio Democrático.
Al ya esperado salto del Alcalde de San Miguelito, Héctor Valdés Carrasquilla (el principal cuadro del PRD en el distrito), ayer se le sumaron la representante de corregimiento de Limones, Marta Moreno, junto con 200 de sus simpatizantes. Antes que ellos, una serie de diputados, representantes, alcaldes y líderes comunitarios perredistas han saltado al partido gobernante.
Llevarse a la membresía y a los principales dirigentes de los partidos opositores no es una práctica nueva. Se viene ejecutando desde hace décadas en este país, y uno de sus principales promotores ha sido precisamente el PRD cuando se ha encontrado en el poder. Pero en esta ocasión, una estrategia agresiva de parte de Cambio Democrático ha minado seriamente al PRD en posiciones y figuras claves.
Por otro lado, en estos momentos pareciese que el principal adversario político del gobierno en el momento ni siquiera es el PRD, sino los grupos sindicalistas organizados en FRENADESO. El debate sobre la Ley 30, el mayor punto de controversia nacional hoy por hoy, tiene como sus principales interlocutores al gobierno de Ricardo Martinelli y al FRENADESO, entidad que ha hecho públicas sus intenciones de crear un partido político.
Aunque el PRD no desaparecerá en el futuro inmediato, indudablemente se encuentra en el momento más débil de su historia. Sus dirigentes deben reconocer esto y sus causas, que son -entre otras- la alienación que han sufrido las bases. Si desean mantener su posición como principal colectivo político del país, es necesaria una mayor apertura a nuevas figuras y dejar atrás a las viejas.