EDITORIAL
La pol�tica por dentro
Dec�an nuestros abuelos que la pol�tica naci� en un chiquero tomando en cuenta las tradiciones que se daban entre los adversarios y la falta de nobleza de los niveles pol�ticos en las elecciones. La historia pareciera repetirse en espiral cuando vemos a dirigentes con empaques de serios que esgrimen la tesis de que la pol�tica no tiene moral y se dan situaciones an�malas de que un partido se compromete a seguir una l�nea y cambia de acuerdo a los giros que da la situaci�n. El contexto de fraudes electoral que ayer fueron una constante del momento pol�tico, hoy se repite en la Asamblea Legislativa cuando vemos que se desconoce el Pacto de La Pintada, con el cual se comprometieron varios legisladores para contribuir a la gobernabilidad de la presidenta Mireya Moscoso. Este acuerdo no fue respetado por las ambiciones desmedidas de algunos parlamentarios que dec�an en forma vehemente presidir la Asamblea Legislativa. Por el contrario, los disidentes de ese Pacto alegan que no hubo tal compromiso y que est�n en libertad de hacer propuestas o de aspirar a la dirigencia m�xima legislativa. La pol�tica criolla est� salpicada de cieno y no escapa a los cuestionamientos la actitud del Partido Dem�crata Cristiano, ni los "Saltamontes", una facci�n disidente de los Arnulfistas que pusieron de manifiesto que la palabra empe�ada no vale, incluso para el oficialismo y los oposicionistas. La Asamblea Legislativa proyecta una imaen nada favorable y demuestra que son los amiguismos y compadrazcos los que tienen la t�nica dominante, ya que nadie piensa en los sagrados intereses de la Patria. Para sanear la pol�tica urgen escuelas de formaci�n que le den al pol�tico joven una conciencia ciudadana basada en principios �ticos, normas morales y postulados de patriotismo y libertad. Con lo que estamos viendo ahora, hay un retroceso que en nada anima a que se recobre la integridad del ciudadano parece ahora carecer de atributos como m�stica e indentidad nacional. El neoliberalismo y la herencia de odios y revanchismos que nos viene del Panam� colombiano ha influido mucho en nuestra idiosincracia porque los paname�os no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias. Es menester que haya una depuraci�n de individuos que han sembrado y cosechado amargos frutos por no saber nosotros escoger bien a los gobernantes. Esto es una lecci�n de la historia para no repetirla otra vez.
PUNTO CRITICO |
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