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Panamá sirvió de puente para cumbre DEA-narcos
Redacción
Crítica en Línea
Varios narcotraficantes colombianos acusados en cortes de Estados Unidos celebraron el fin del milenio en un yate frente a las costas de Miami Beach después de ingresar a este país vía Panamá con el permiso de agentes de la DEA, reveló ayer el diario El Nuevo Herald. Baruch Vega, intermediario de la DEA quien es procesado por timar a varios narcotraifcantes, dijo que con este tratamiento excepcional se pretendía crear un ambiente de confianza para que los traficantes se entregaran a la justicia de Estados Unidos. Tras recibir el Año Nuevo, los narcotraficantes regresaron a Colombia y comentaron a sus compañeros de negocios que no se trataba de una trampa, como muchos pensaban, sino de un acuerdo oficial respaldado por la DEA, agregó Vega. Algunos de ellos, según Vega, se hospedaron en hoteles y casas de Orlando para visitar el mundo de Disney, uno de sus sueños más anhelados. El alquiler de un jet privado Hawker125-3A con los colores insignias de la DEA para transportar entre Panamá y Florida algunos de los narcotraficantes interesados en las cuestionadas negociaciones con el gobierno de Estados Unidos. Documentos de la aerocivil de Panamá obtenidos por El Nuevo Herald muestran que al menos dos personas que fueron transportadas en este avión a los aeropuertos de Fort Lauderdale y de Nassau, tenían deudas pendientes con la justicia de Estados Unidos. Se trata de Carlos Ramón Zapata, encausado en el estado de Lousiana por cargos de narcotráfico y David Andrés Mejía, alias Julio Fierro. Un tercer pasajero, Eduardo Martínez Romero, había sido deportado de Estados Unidos después de cumplir una condena por lavado de dinero. El destino original de Martínez Romero, considerado uno de los principales financistas del Cartel de Medellín era Bahamas, pero Vega asegura que participó en la fiesta del yate en Miami. En otro vuelo, el 8 de diciembre de 1999, aparecen el agente Larry Castillo, el abogado de Miami Daniel Hilton Forman y la modelo colombiana Natalia París. EL Nuevo Herald también resaltó los acercamientos de la DEA con Carlos Castaño, jefe de las autodefensas unidas de Colombia, quien confirmó que un emisario suyo se reunió con agentes de la DEA en Panamá y Costa Rica para discutir las posibilidades de una entrega masiva de narcotraficantes colombianos a las autoridades de Estados Unidos. A fin de concretar el acuerdo, explicó, se planeó una reunión en un lugar limítrofe de Colombia, posiblemente Panamá, con representantes del gobierno estadounidense. La reunión se frustró por el arresto de Vega. Un portavoz de el Departamento de Estado negó esa versión.
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