EDITORIAL
Peligros para la libertad de expresi�n
El r�gimen perredista que encabeza el doctor Ernesto P�rez Balladares reaccion� con acelerado repunte legislativo la derrota electoral; para ello recibi� autorizaci�n de la Asamblea, y con las facultades allan� una decena de temas sensitivos en decretos leyes que son objeto de estudio y an�lisis por conocedores de las materias en ellos tratadas, mientras, simult�neamente convoc� a la C�mara Legislativa a sesiones extraordinarias donde se tramitan normas de pol�mico trato, entre ellas, la controvertida Sala Quinta de la Corte Suprema de Justicia, norma sancionada, con sus magistrados designados, juristas cercanos al oficialismo. Ahora, las esferas del Ejecutivo atienden los contenidos de un proyecto de ley para reformar la Ley 11, una de las leyes mordazas expedidas en 1978 durante el r�gimen del militarismo autocrata que con ferocidad antidemocr�tica condujo las riendas nacionales, cuyas secuelas afectan con dureza aspectos de vivir patrio, entre ellos, el respeto a la libertad de expresi�n, comunicaci�n e informaci�n, derechos contra los que se conspira desde nuevos �ngulos, haciendo que "resulte peor la mecha que el candil" como sentencia el habla popular. El derrotero universal en los tiempos modernos cancela las f�rmulas aberrantes, impositoras, que coartan al comunicador social el ejercicio de sus labores sensitivas y trascendentes, al imponerle obst�culos y reclamos que inducen a la autocensura y la renuncia; y neutralizan las texturas informativas para hacerlas as�pticas, degustables al querer impositor, lo cual lesiona el principio �tico de la informaci�n que es el p�blico. Pretender que funcionarios, sean estos corregidores o jueces de familia, quienes califiquen, decidan y castiguen los contenidos de las informaciones tachados de ofensores, falsarios, denigradores o invasores de las intimidades, es forjar una mec�nica acalladora, herramienta silenciadora que perfila el o�do �nico, la palabra dulce, el inducido olvido, que tranquiliza inquietudes averiguadoras. El mandatario P�rez Balladares camina el �ltimo mes de su mando presidencial y con �l pretende pasar al recuerdo ciudadano con las tachas de sus cuestionadas premuras finales, entre ellas la renovaci�n de la opresora hacia el comunicador social.
PUNTO CRITICO |
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