El nuevo gobierno aparenta haber salido bien librado de su primera manifestación en contra. La marcha convocada por la Federación Nacional de Servidores Públicos (FENASEP) el pasado martes en oposición a las reformas a la Ley de Carrera Administrativa tuvo una asistencia muy por debajo de lo que su dirigencia esperaba. No más de 300 personas respondieron al llamado de la FENASEP.
Tampoco ayudó a la causa de la federación el hecho de que tras entregar su pliego de peticiones a una delegación de la Presidencia de la República, los líderes del gremio terminaron aceptando que el gobierno revisara a todas las inclusiones de funcionarios en Carrera Administrativa.
Al final, la convocatoria de FENASEP no tuvo la acogida porque fue vista como una acción dirigida por el Partido Revolucionario Democrático para defender inclusiones de sus cuadros a última hora, y de forma irregular, en la Carrera Administrativa. De hecho, en la marcha del martes podía verse a figuras del PRD en las primeras filas.
Lo que ha sucedido con principal gremio de funcionarios públicos del país es un ejemplo que deben tomar en cuenta el resto de los grupos profesionales del país. No se puede permitir que la política se infiltre en las actividades gremiales, ni mucho menos que las conduzcan, ya que esto genera falta de credibilidad en su membresía.
Es una lástima lo que ha sucedido con el FENASEP, ya que de todas formas, el país necesita que esta agrupación se fortalezca y pueda ejercer presión al gobierno desde la plataforma de causas justas con dirigentes transparentes. En una democracia, los gobernantes deben contar con contrapesos legítimos, para así evitar abusos.
Hay que tomar en cuenta que aún no se sabe si la nueva administración realmente reemplazará a todos esos funcionarios que están siendo destituidos con gente calificada, y no con cuadros políticos. En estas circunstancias, sí se necesita a una FENASEP fuerte e independiente.