Los anteojos pueden ser un instrumento para atraer miradas, además de un accesorio que te ayude a resaltar tu personalidad.
Al momento de escoger tus lentes es importante que tomes en cuenta varios puntos, empezando con la forma de tu cara. Si tu rostro es alargado, lo más recomendable es que te inclines por los aros de forma rectangular y pequeños. Para las caras redondas se recomienda los aros cuadrados.
Los aros de moda vienen en tonos oscuros: bronce, azul y chocolate.
En el caso de las personas que sudan demasiado, lo más conveniente es que sus anteojos sean de titanio y que se limpien tres veces por semana. Si quieres algo más económico, opta por los aros y varillas de pasta.
Es recomendable comprar los anteojos personalmente, para lograr contraste entre los colores y el tono de tu piel. Si eres moreno, no se recomiendan los lentes dorados; mientras que los anteojos de color negro, pueden endurecer tus facciones.
Al momento de escoger el tipo de lentes que más te conviene, debes establecer que la forma dependerá en gran medida de la receta médica.
Los anteojos con mucho aumento deben ser elaborados en aros de pasta (negro o transparente), para hacerlos más resistentes, soportar el peso y grosor del vidrio.
Tome en cuenta la flexibilidad, las varillas y para las personas que no tienen mucho puente, se recomiendan las plaquetas.