La necesidad de hacer algo después de la jubilación llevo al señor Periel Aguilar a dedicarse en su bicicleta junto a un cooler a la venta de duros naturales.
Sus clientes solo lo ven llegar y de inmediato se le acercan a comprarle los sabrosos duros que prepara su esposa la señora Ana Herrera siendo ella misma quien le dio la idea.
Por sus recorridos en las diferentes calles con sus duros llevo a los clientes a llamarlos ahora con el nombre "El señor de los Duros", siendo así como lo saludan en la calle.
Desde las 10:15 de la mañana sale todos los días a trabajar vendiendo los duros a 15 centavos en Pocrí donde vive y en Aguadulce llegando a vender en los cuarteles de la Policía Nacional, los bomberos, la barriada Villa Mónica y la Coordinación de la Caja de Seguro Social, quienes son sus mejores clientes.
A las 12:20 de la tarde, ya el señor Periel está de regreso a su casa, luego de haber vendido unos 138 duros diarios.
En el 2002 comenzó la aventura del señor Periel de recorrer las calles vendiendo duros ya que temía enfermarse si se quedaba sentado en su casa sin hacer nada.
La señora Ana se dedica a cocinar además tamales y bollos para la venta, lo que realiza a través de pedidos teniendo como a sus mejores clientes a los funcionarios del hospital Regional Dr. Rafael Estévez de Aguadulce.
El señor Periel es jubilado por lo que el salario que recibe es muy bajo ayudándose a pagar la luz y el resto de las necesidades de la casa con la venta de duros.
Son varias las vueltas que tiene que hacer el señor Periel ya que regresa a su casa en búsqueda de más duros cada vez que se le acaban.
Comento junto a su esposa que personas de distintas partes del país llegan a su casa a comprar duros y al cuestionarle como los conocieron señalan que personas de Aguadulce se los han dado a probar.
El precio por cada duro esta a 15 centavos, pero por el alza de los ingredientes ha tenido que disminuir el tamaño del vaso higiénico donde los venden para que los clientes no sientan tanto el golpe.
Hay duros de leche agria, coco, guanaba, piña, arroz con piña, nance y tamarindo. Todos se hacen de frutas naturales, nada artificial.