Samper dice que quisieron liquidarlo
físicamente
Bogotá
EFE
El presidente colombiano, Ernesto
Samper, aseguró que existió una conjura en contra de su gobierno
que incluía liquidarlo físicamente, como ocurrió con
el líder conservador Alvaro Gómez Hurtado en 1995.
Samper, que dejará el poder el 7 de agosto, afirma que también
hubo un "amago de golpe" en febrero de 1996, cuando el ex ministro
de Defensa Fernando Botero, encarcelado por el "narcoescándalo",
le acusó públicamente de saber y autorizar el ingreso de dinero
de la mafia de la droga a su campaña presidencial en 1994.
En la entrevista concedida a la revista "Semana", que comienza
a circular mañana, Samper hace un positivo balance de su administración
y expresa el deseo porque Estados Unidos "le devuelva la honra".
Sin embargo, no espera que le vuelva a dar el visado de entrada a ese
país, que se lo retiró en julio de 1996, un mes después
que el Congreso colombiano lo absolvió de responsabilidad en el "narcoescándalo".
El jefe de Estado explica que el compló en su contra "comenzó
con el asesinato de Alvaro Gómez Hurtado (en octubre de 1994) y siguió
con el intento del asesinato de Antonio Cancino", su abogado defensor
en el proceso por la financiación ilegal de su campaña, quien
sufrió un atentado en noviembre de 1994.
La conspiración, advierte, finalizaba con "las pretensiones
de derrocarme y aún liquidarme físicamente".
Samper comenta, además, que el 22 de febrero de 1996, cuando Botero,
recibía en la cárcel a varios medios de comunicación
para acusarle de conocer de las millonarias donaciones del cartel de Cali,
la cúpula militar se reunía a puerta cerrada para discutir
sobre el malestar que había en las filas por la crisis política.
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