En la playa de Farallón no sólo los hoteles son la atracción de turistas, también hay unos ranchos muy originales que han confeccionado los vendedores de artesanías para lograr vender sus productos.
Los ranchos están confeccionados con pencas y horas de zinc y allí se exponen diferentes productos, entre ellos los que ellos mismos confeccionan con conchas y lo que puedan sacar del mar.
Los ranchos atraen a los turistas, porque, según muchos, manifiestan no son lujosos ni con grandes estructuras, se trata de algo sencillo en donde al aire libre y pisando la arena se puede comprar desde un adorno, hasta una toalla o un suéter.
Para los artesanos, construir estos ranchos ha sido una necesidad, porque hay que mantener a las familias y necesitaban un espacio para colocar la mercancía y no estar caminando por toda la playa.
Es necesario tener un lugar exacto donde vender los productos y desde que uno confeccionó el rancho, otras 15 familias hicieron lo mismo y con el pasar de los años han observado que son rentables y atractivos a los turistas.
A pesar de que se les ha propuesto a los artesanos confeccionar otro tipo de ranchos estos han decidido quedarse con los que ellos mismos han confeccionado porque son cómodos y cuando la marea sube el agua llega hasta allí y solo hay arena y no representa peligro de que el mar se les lleve el local.
Para ellos, los ranchos con penca y hojas de zinc son cómodos, atractivos, pero sobre todo el enganche para que el turista los visite y siempre compre algo de lo que ellos ofrecen.