Faustino Cavadas, un emigrante de origen español se siente feliz, y es que después de más de diez años de estar sufriendo las embestidas del virus de la mancha blanca, este año la producción y el precio del camarón en el mercado europeo por fin va a tener el auge que tanto se ha esperado.
Esta semana recibió la tan esperada llamada: "El mercado se amplió, la demanda del crustáceo es enorme y, lo mejor de todo, el precio subirá, similar a los registrados antes de 1998, posteriores a la mancha blanca".
Yo amo esta tierra y no sé cómo hay personas que siendo de aquí, buscan la manera de dañar su nombre. Aguadulce es tierra de hombres trabajadores, lo que pasa es que como buenos humanos también tenemos nuestras malas pasadas. Ahora con esta buena noticia, tengo la seguridad de que esta tierra volverá a ser, como lo era antes.
Este año se logró con éxito la adaptación de la larva del camarón a la enfermedad de la mancha blanca; después de muchos estudios y tratamientos genéticos se alcanzó el cometido.
En este rubro, Aguadulce juega un papel muy importante; es aquí, en estas tierras, en donde se da más del 70% de la producción nacional del camarón; la empleomanía en este sector acapara a más de cinco mil manos de obra directa e indirectamente.
En 1998 Panamá llegó a producir 22.000.000 (veintidós millones) de libras de camarón. Con las últimas informaciones obtenidas del mercado internacional, Cavadas está seguro que si ahora se echara todo a andar se podría producir más de esa cifra. Con los avances que existen y con más productores poseedores de fincas con cultivos intensivos, se podría lograr que cada hectárea produzca la misma cantidad que diez hectáreas de cultivo normal.
Después de 1998, con la detección del virus de la mancha blanca, la producción del camarón colapsó en Panamá, trayendo consigo cuantiosas pérdidas por millones de balboas y la quiebra económica en Aguadulce.
Esta fue la causal para que muchos productores abandonaran esta faena, el desempleo se agravara y se diera la emigración hacia la ciudad capital.
Para Cavadas el peor error es no hacer nada, hay que ser perseverante, no desmayar, y así, tarde o temprano la recompensa llegará, como está ocurriendo ahora.
En Panamá en 1998 se sembraron casi diez mil hectáreas de camarón; hoy ya se han sembrado casi las cinco mil hectáreas, esto tiene mucho significado. Los productores están volviendo a coger confianza, pero esta vez vienen mejor preparados.
Los últimos análisis de Comercio e Industrias revelan que la producción del camarón se está equiparando por el orden del 70%, esto representa un rotundo éxito, comenta Cavadas.
Para el mes de noviembre, si la cosa sigue así, creo que la economía en Aguadulce va a cambiar y con ello el apogeo de estas tierras, recalcó.