El viento, el mayor enemigo del torneo de béisbol de los XV Juegos Panamericanos, volvió ayer a derribar el techo de la grada del estadio principal.
Poco después del mediodía, cuando los hinchas brasileños celebraban la victoria 1-0 sobre Nicaragua, el fuerte viento que sopló en dirección del home hacia los jardines dañó el techo de la grada, hecho de una especie de plástico fino que se movió y quedó suelto.