domingo 15 de julio de 2007

 

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Temen ser como el gallo

Juan Limachi | Crítica en Línea

Uno de los temores más frecuentes que los terapeutas sexuales encuentran en pacientes hombres es el miedo a la eyaculación precoz; eso tiene traumado a muchos y frecuentemente es motivo de divorcios, indicó la sexóloga Alexandra Rampolla, durante una conferencia en Casa Cor, en el Hospital Santo Tomás.

"Por esa razón es recomendable que la pareja se comunique y llegue a consumar una buena relación íntima, en la cual se pueden usar todo tipo de estímulos desde juegos, palabras, olores y sabores", destacó la autora del libro "Sexo.. �Y ahora qué hago?".

La especialista, de origen puertorriqueño, dijo que para llegar a este grado de compenetración es importante que ambos se encuentren presentes en el momento culminante y el peor error que puede cometer un hombre o una mujer, es no concentrarse ni participar en este ritual.

"No hay límites en este campo de la sexualidad, los límites se los pone la misma pareja, mientras haya comunicación, todo se puede hacer. Lo importante es que ambos se sientan cómodos con lo que están haciendo", expresó.

Rampolla reveló que muchos hombres, sin importar distinción social o racial, desde La Patagonia hasta China, tienen prejuicios de machismo, unos más acentuados que otros.

Con respecto al clásico punto "G", la sexóloga indicó que en el hombre se encuentra en la próstata y el escroto, por lo tanto, la estimulación en esta zona puede ser determinante para alcanzar el clímax.

En cuanto a las zonas erógenas más sensibles al estímulo sexual, señaló que los hombres deben conocer que estos puntos claves se pueden encontrar en el cuello, los senos, el pubis y obviamente en el clítoris.

"Los lubricantes también ayudan mucho a una buena relación sexual, y favorece tanto al hombre como a la mujer, porque facilita la penetración, especialmente cuando en cualquiera de ellos no hay una buena lubricación natural", indicó.

Con respecto a los beneficios del sexo, Alexandra destacó las endorfinas que se liberan después del clímax, son altamente saludables para todo el organismo, que se oxigena, llevando lozanía y viveza a la piel", subrayó.

Asimismo recomendó leer el Kamasutra, por su valiosa enseñanza en el campo amatorio e imbuido de una mística espiritual, que era practicado por los pueblos orientales de la antig�edad.

 

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