Desde hace un año, Máxima Rodríguez paga diariamente tres dólares para que otras personas le lleven a su casa pequeños tanques con agua, con los que puede resolver la falta del vital líquido que existe en El Chumical de Arraiján y también afecta a la escuela.
Las promesas de las autoridades locales y funcionarios del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) para resolver el problema, no se han cumplido, en los cinco años que tiene de estar viviendo en El Chumical, alega Máxima.
El carro cisterna llega dos días a la semana, aunque se dirige exclusivamente hacia una comunidad más distante.
Asegura que aunque vive sola con su esposo, ambos dependen de los trabajos eventuales que él realiza y de lo cual se debe sacar diariamente tres balboas, para pagar por el acarreo del agua hacia la casa.
Marilis de Martínez, quien tiene varios hijos y vive en un punto bajo de El Chumical, indica que con suerte el agua llega en la madrugada por dos o tres horas, por lo que cada día deben madrugar para llenar los tanques.
Durante la madrugada, es común que los vecinos que viven en los puntos más altos caminen hacia las casas en donde hay agua para abastecerse.
En ocasiones, la poca agua que se tiene es para lavar a los niños y que se cepillen para que puedan asistir a la escuela, alega Marilis, añadiendo que solo cuando "paran" el carro cisterna, los conductores acceden a darles agua.