Cuando nos enfrentamos a los parciales, los interminables tranques, la presión de los deberes, profesores exigentes, las presiones emocionales y todos lo que conlleva la vida universitaria, sólo de pensarlo nos causa estrés, por lo que los masajes corporales se convierten en una buena opción.
Según el terapeuta William Castro, del Imperio Corporal, las técnicas actuales se basan en presiones diversas en los músculos tratando de no maltratarlos. "Las personas se equivocan en pensar que si le duele el músculo, obtiene mayores los beneficios, lo único que consiguen es maltratar aún más el músculo", asegura el especialista.
Los beneficios se obtienen al trabajar con el músculo dependiendo de la afección y la necesidad que presente; para ello se utilizan las terapias de calor o frío.
En el caso de que el músculo esté tenso se usa el calor para que afloje, pero si por el contrario el área ha sufrido un golpe y está hinchada, lo mejor es la terapia fría.
La persona debe visitar a un terapeuta una a dos veces por semana, para realizarse una sesión de por lo menos una hora.