Resulta increíble todo lo que ocurre en mi Panamá. Hace unos días, mientras me levantaba para ir a trabajar, escuché en la noticia que en la provincia de Veraguas había muerto una menor por desnutrición. Esto da dolor escucharlo porque estas cosas no deberían ocurrir en nuestro país.
Resultaría útil recordar que el deseo de un cambio social en aras de una mayor igualdad y mejores condiciones de vida para la humanidad, sobre todo para los más carenciados quienes son los que más sufren. Existen múltiples programas de interés social, pero -en realidad- no llegan a lugares donde realmente lo necesitan, porque sólo se quedan a medio camino.
Mientras unos lloran por hambre, otros -como nuestras autoridades- disfrutan de deliciosos banquetes y lujosas comodidades.
Es lamentable que se pierda una vida por no tener la oportunidad de alimentarse bien y tener un acceso a una vida digna.
La disponibilidad de alimentos a la población panameña ha descendido en los últimos años, debido al incremento en el costo de los alimentos, bajos salarios que apenas cubren parte de la canasta básica y el desempleo que no deja de existir.
En áreas de Veraguas, la pobreza es evidente porque apenas las familias pueden consumir el arroz, frijol, maíz y guineo. Y muy pocas veces consumen carne, leche, huevo porque no cuentan con recursos económicos.
No entiendo cómo se puede hablar de crecimiento económico en nuestro Panamá si nuestro desarrollo humano dice lo contrario. Por qué el concepto suscribe lo siguiente, es un proceso en el cual se amplía las oportunidades del ser humano a todos los niveles del desarrollo.
Las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimiento y tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente.
Si no se posee estas oportunidades esenciales, muchas otras alternativas continuarán siendo inaccesibles. En base a este concepto, la menor que falleció no tuvo ninguna oportunidad de desarrollarse como ser humano, porque no tuvo acceso a una alimentación balanceada y una calidad de vida digna.
