Esto de los arqueros cuyos errores salen caros, muy caros, ya ha empezado a convertirse en un círculo vicioso en la cita mundialista Sudáfrica 2010. Primero fue el error del meta inglés Robert Green, quien no supo controlar el "Jabulani" y le dio a Estados Unidos el chance de igualar (1-1); luego, tocó la "mala fortuna" al arquero argelino Fawzi Chaouchi, quien erró en su intento de atajar un balón "indefenso", que acabó en las redes y dio la victoria a Eslovenia (1-0).
Ahora, es Justo Villar, arquero de Paraguay, quien ayer se unió a la lista exclusiva de desafortunados: su negligente salida dio la oportunidad a Italia de lograr el empate (1-1). Ni modo, "error de arquero, gol pendejo", pero gol al fin, se dice en el barrio.
El yerro de Villar, entrega, mucha marca, fortaleza, y ciertos destellos de buen manejo de la pelota dejó el duelo entre italianos y paraguayos. Quizá hoy, cuando Brasil salte a la cancha ante Corea, la del Norte, la comunista, se dé un mejor espectáculo, pero, eso sí, hay que tomar en cuenta que a Dunga le importa poco el "jogo bonito", a él le interesa es levantar la sexta Copa del Mundo para la "Canarinha", lo ha dicho en reiteradas ocasiones.
Por su parte, Portugal y Cristiano Ronaldo van ante Costa de Marfil, a mi criterio, el equipo africano de mejor trato del balón. Messi ya hizo su parte, tocará al CR-9 demostrar que puede y debe ser genio y figura en este Mundial. Así esperamos, para el goce y disfrute de la sedienta y cada vez más exigente afición.