Los pacientes de psiquiatría del Hospital Regional Anita Moreno de La Villa de Los Santos están condenados a vivir una situación similar que los detenidos en las distintas cárceles del país.
Baños destruidos, aguas servidas derramadas, olores nauseabundos y abandono de sus familias, sufren a diario los enfermos mentales.
SUFRIMIENTO SILENCIOSO
Para ingresar a la Sala de Psiquiatría había que charlar amenamente con las enfermeras y auxiliares, y uno que otro chiste, de lo contrario la tarea fracasaría.
Después de la última manifestación que se hizo el año pasado para pedir colchones, ropa de cama y otros artículos de suma necesidad para las 64 pacientes que viven en este pabellón, la situación había mejorado.
En aquella ocasión, cuando el personal decidió denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de la sala, fueron amonestados, de allí que estaban temerosas de hablar.
Mencionan que "algo ha mejorado, por lo menos se trajeron colchones y alguna ropa de cama y los pacientes no duermen en los resortes, esa es la verdad, pero de lo demás nada".
En la sala de psiquiatría de mujeres, funcionan dos pabellones que albergan a 64 personas y dos baños, pero su estado es desastroso.
A falta de un sanitario, los pacientes hacen sus necesidades en el patio, lo que podrían generar en una epidemia.
ESCASEAN LOS MEDICAMENTOS
El personal que prefirió por razones obvias no dar a conocer sus nombres, aseguraron que los pacientes no reciben los medicamentos adecuados que les pueda ayudar a su restablecimiento.
En este hospital aún se aplican medicamentos como el Meleril, Aldol, Peridol, que ya no se usan en Panamá, mientras que el Rispaldar y otros que son los que logran la recuperación más rápida del paciente no hay, "porque es muy costoso".
