Al joven Ángel María Aguilar, le tocó vivir días trágicos en su carrera como pintor, por un sin números de razones, incluso fue víctima de la indiferencia de los más cultos y entendidos. Tampoco tuvo la influencia , ni el dinero para sobrevivir al medio en el que tuvo que vivir y quizás su inadaptabilidad al casi inexistente medio artístico panameño, fue lo que lo indujo a emigrar definitivamente al viejo continente lugar adonde desafortunadamente fallece, dejándonos huérfanos de todo lo relacionado con su vida profesional.
Después de que algunos críticos e investigadores le nombraran a manera de referencia solamente en algunos escritos, le dediqué muchas horas en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Panamá, con el único fin de rescatar su memoria artística , escasamente recordada en algunos documentos de mediados del siglo pasado.
En un artículo publicado el 8 de enero de 2004, en la Crónica, en la página 6, Arte y Cultura, con documentos facilitados por nosotros que reproduciremos en la segunda entrega sobre Angel María Aguilar; Herrera Barría nos dice:
En la galería ARTEGMA, situada en la calle Samuel Lewis de Obarrio, (vía Santuario) he tenido la oportunidad de observar, dentro de lo que se da ahorita mismo en la pintura de panameños y extranjeros, la mejor calidad y la más auténtica expresión de la plástica trascendente en el río del tiempo.
Hay tantas galerías comerciales impregnadas de ese aliento fenicio, que arropa el bendito "becerro de oro" - que precisamente, por esa impronta de "vender caro al más pendejo postor", están convirtiendo a "excepcionales exponentes de la plástica nacional", en pinches artesanos que mercadean a estas alturas del tiempo que vivimos, por yardas o por pulgadas el segmento del lienzo, que el Marchad's le paga bien y con muchas dificultades y vende a precio de diamantes el soporte o la tela con todo y moldura dorada. La publicidad y la mercadotecnia, en el Sagrado templo del ARTE CONTEMPORÁNEO de nuestro país, socavan irremediablemente el alma de la panameñidad y el sublime promontorio en que está colocada la PINTURA PANAMEÑA, en el consorcio de las naciones de Latinoamericana e importantes ciudades del viejo continente.
DETALLES
DE JOSÉ MARÍA AGUILAR se ocuparon en su tiempo, personajes como Rodrigo Miró, Narciso Garay y Renato Ozores, entre otros.