Tener una piel canela con un tono uniforme sin pasar largas horas bajo el inclemente sol es posible mediante una técnica conocida como cama de sol. Rodeada de controversias en torno a si propicia o no la aparición de cáncer en la piel, la cama de sol es una máquina que al igual que el sol, irradia rayos ultravioletas.
Según Camila Medal, del Spa Tropic Sun, la ventaja de broncearse con ésta es que se tiene el control de la intensidad de los rayos UV.
"Es prácticamente el mismo sol. La dosis máxima que se puede recibir en una cama de sol son 20 minutos, los ojos son protegidos, ya que los rayos ultravioletas causan problemas en la retina y muchas personas desconocen que cuando se asolean exponen los ojos, con esta técnica los protegemos", asegura Medal.
A diferencia de otros tratamientos, la cama de sol no da resultados visibles a lo inmediato. Se necesitan de tres a cinco sesiones al mes, dependiendo del color base.
CUIDADO CON LOS RAYOS
Toda persona normal necesita al menos quince minutos de sol al día, para poder eliminar células muertas, aumentar las defensas y la autoestima, destaca la especialista.
Siempre que la exposición a los rayos solares sea prudente en términos de tiempo, entonces es saludable. El problema está en abusar. La exposición excesiva y reiterada acarrea daños irreversibles en la piel y favorece la aparición del cáncer cutáneo.