seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadreportajesrelatoscronica rojahoroscoposocialesespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

variedades





CRIMENES FAMOSOS
El sonámbulo mortal

linea
Por Max Haines

¿Mataría Scott Falater a su esposa mientras el vecino estaba mirando?

Si está planeando eliminar a una esposa fastidiosa, un marido o a una suegra rezongona, no confíe en el sonambulismo como una defensa, cuando le toque su día en la corte. El sonambulismo no es una garantía a prueba de fuego de que será absuelto.

En un celebrado caso canadiense, Kenneth Parks condujo 23 kilómetros desde su casa en Pickering a la casa de sus suegros en Scarborough. Ken probó en la corte que estaba dormido desde el momento en que condujo su auto, sacó un desmontador de neumáticos de hierro del baúl del vehículo, tomó un cuchillo mientras pasaba por la cocina de sus suegros y mató a Bárbara Ann Woods mientras ésta dormía en su cama. Ken fue absuelto y salió de la corte como un hombre libre. Lo ayudó que pudo demostrar que tenía un largo historial como sonámbulo.

En Phoenix, Arizona, el pasado verano, Scott Falater, de 43 años, no fue tan afortunado cuando fue sometido a juicio por la muerte de su esposa. El y Yarmela Klesken se conocieron en la escuela secundaria. Scott siguió para concurrir al Instituto Tecnológico de Illinois, mientras Yarmela buscaba un diploma en tecnología médica en el North Central College. En 1976, durante su último año, se casaron. Al mismo tiempo ambos dejaron la iglesia católica para abrazar la fe mormona.

Scott aceptó un puesto de ingeniero en Motorola, mientras Yarmela se empleó para enseñar a niños de jardín de infantes. La pareja se estableció en Phoenix, donde criaron a sus dos hijos. Los años felices pasaron rápido. Hubo asados y reuniones en la piscina en su confortable casa de dos pisos. Ciertamente no había nada en sus 20 años de matrimonio que pudiera indicar remotamente que todo terminaría en un sangriento asesinato, pero eso fue exactamente lo que sucedió.

El 16 de enero de 1997, los Falater cenaban alrededor de las 7 de la noche. Yarmela mencionó que la bomba de la piscina no funcionaba. Scott rechazó la idea de ocuparse del problema inmediatamente; la arreglaría en la mañana.

Dos horas y media más tarde se fue a la cama, pero a la hora estaba de vuelta al lado de su esposa. De acuerdo a su abogado defensor, Scott estaba actuando sonámbulo. Se puso una remera y unos pantalones, fue afuera y sacó un cuchillo de caza de su auto. Usó el cuchillo en un intento por arreglar la bomba.

El único testigo de lo que sucedió fue el vecino Greg Koons, quien oyó gritos que venían del patio trasero de los Falater. Greg miró por sobre su cerco y vio a Scott parado junto a su postrada esposa. Más tarde, se estableció que ella había sido apuñalada 44 veces, después de lo cual Scott se había sacado su ropa ensangrentada y la había llevado a su Volvo junto al sangriento cuchillo. Entonces se había puesto un pijama y había vuelto al cuerpo de Yarmela.

Eso es lo que Greg Koons atestiguó. Miró mientras Scott se puso un par de guantes y arrastró el cuerpo de Yarmela dentro de la piscina. Cuando Scott procedió a mantener la cabeza de su esposa bajo el agua, Greg corrió a su teléfono y marcó emergencias.

La policía respondió inmediatamente. Si alguna vez un hombre fue obviamente culpable de asesinato a sangre fría, ese hombre era Scott Falater. Fue la defensa de Scott en el juicio lo que llevó el asesinato de su esposa a ser un caso extraordinario. Afirmó que había estado profundamente dormido desde el momento que se había reunido con su esposa hasta el momento en que había llegado la policía 50 minutos más tarde. En realidad, Scott afirmó que estaba todavía dormido cuando la policía apareció.

En mayo de 1999, Scott fue juzgado por el asesinato de su esposa. El devoto mormón, que había estado felizmente casado por 20 años, no tenía razón aparente para matar a Yarmela. Sus dos hijos adolescentes afirmaron que el suyo era un hogar muy feliz. Sus padres raramente discutían. Scott mismo fue incapaz de explicar por qué había matado a su esposa. Afirmaba que había estado sonámbulo y que no era responsable por sus acciones.

La fiscalía no lo vio de ese modo. Aseguraron que Scott había procedido con una firmeza de propósito y había llevado a cabo actos premeditados no típicos de sonámbulos. Scott se había colocado un vendaje en la mano que se había cortado durante el ataque a su esposa. Se había tomado tiempo para colocar su ropa ensangrentada y el arma asesina en su auto. Lo peor de todo era el hecho que no se había sacado los lentes de contacto cuando se fue a la cama la noche del asesinato. Siempre se los sacaba antes de retirarse.

Es un prerrequisito para la defensa de un sonámbulo que el acusado tenga un claro historial de sonambulismo. En el caso de Kenneth Parks, no había duda de que había tenido episodios previos de sonambulismo. En el caso Falater, había alguna evidencia de esta historia, pero la pregunta crucial era si era lo suficientemente fuerte para ser creída por el jurado. Para Scott Falater, podía muy bien haber sido una pregunta de vida o muerte.

El largo del tiempo del episodio de sonambulismo también cayó bajo escrutinio. Los expertos dijeron que más de 50 minutos desde el principio hasta el fin de un episodio era un tiempo extremadamente largo para ser sonambulismo. De cinco a 20 minutos es más típico.

En la reconstrucción de la noche del asesinato, los detectives creían que Yarmela había salido de la casa por voluntad propia, probablemente para ayudar a Scott en el arreglo de la bomba.

¿Si Scott estaba actuando con todas sus facultades, habría elegido ese momento para atacar a su esposa? ¿Cuando tomó el cuchillo del baúl de su Volvo, estaba en realidad planeando matar o estaba profundamente dormido? ¿Elegiría un hombre inteligente semejante momento para apuñalar a su esposa hasta matarla, cuando sabía que sus gritos serían oídos por los vecinos?

Luego está la teoría que más hace reflexionar. ¿Un hombre inteligente, que intentaba matar a su esposa, calcularía, sabiendo todo esto de antemano, que el asesinato como ocurrió era un modo estúpido de deshacerse de una esposa no deseada, tan estúpido, en realidad, que solamente podría ser hecho por un hombre en estado de sonambulismo?

Si éste fuera el caso, Scott Falater cometió un gran error. El jurado tomó sólo ocho horas para encontrarlo culpable de asesinato, lo cual lleva a una posible sentencia de muerte en Arizona.

Sus abogados planearon apelar, en un intento por obtener un nuevo juicio para su cliente. Mientras tanto, Scott Falater languidece en prisión mientras el sistema judicial decide lentamente si otorgarle un nuevo juicio o no.

Nosotros, por supuesto, nos quedamos con el intrigante dilema. ¿Sabía él realmente lo que estaba haciendo y por qué razón este hombre casado aparentemente feliz mataría a su esposa?

 

 

linea

volver arriba

 volver atras


Nosotros, por supuesto, nos quedamos con el intrigante dilema. ¿Sabía él realmente lo que estaba haciendo y por qué razón este hombre casado aparentemente feliz mataría a su esposa?

linea

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | VARIEDADES | CRONICA ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA